PREMIO AGAPITO GONZÁLEZ - 2025
GANADOR 2025 - ING. RAUL TORNEL Y CRUZ
Discurso de Aceptación – Ing. Raúl Tornel Premio Agapito González para el Fomento de la Calidad 53 Congreso Nacional de Control de Calidad – IMECCA, 1 de octubre, 2025
Muy buenas tardes a todos los presentes, distinguidos organizadores, miembros del comité, colegas, amigas y amigos:
Es para mí un honor profundo y una gran alegría estar hoy aquí, en este marco tan significativo, celebrando la
Realización del 53 Congreso Nacional de Control de Calidad que alberga a otros foros internacionales de gran relevancia. Es un gusto especial saber que este espacio contará con ponencias y participantes que representan las tendencias más actuales en calidad, con la valiosa participación de expertos provenientes de 10 países del mundo: por Asia, China, Filipinas, Indonesia y Nepal; por Europa, Bélgica y Rusia; y por América, México, Colombia, Cuba y Guatemala. Que este congreso detone —o fortalezca— en nuestro país una verdadera mentalidad por la calidad es, a mi juicio, una misión de enorme trascendencia.
En primer lugar, quiero expresar mi gratitud más sincera al
Instituto Mexicano de Control de Calidad, A.C. (IMECCA), organismo que con su compromiso y con su convocatoria hace posible este tipo de reconocimientos. Agradezco de forma muy respetuosa al Comité de Premiación por haberme considerado merecedor del
Premio Agapito González para el Fomento de la Calidad. Estar nominado junto a distinguidos profesionales de la calidad ya es, para mí, un gran privilegio.
Recibir este galardón me llena de emoción, pues desde los
inicios de mi trayectoria profesional la
calidad ha sido uno de los ejes más firmes de mi
convicción profesional. He sostenido, con convicción, la idea de que el cumplimiento de normas, estándares y acreditaciones no es un fin burocrático, sino un medio indispensable para elevar la competitividad de nuestras organizaciones; para proteger el patrimonio; para cuidar la salud y la seguridad de la sociedad; y para preservar el medio ambiente. En efecto, sin normas, sin lineamientos, sin sistemas de acreditación, y sin personas debidamente capacitadas, muchas de las cosas que hoy damos por sentadas no serían posibles.
Ahora, como Presidente de la
entidad mexicana de acreditación, (ema), he tenido la oportunidad de vivir de lleno el mundo de la acreditación. Me he impregnado —con admiración y profundo respeto— de todo lo que representa este eslabón estratégico dentro del
Sistema Nacional de Infraestructura de la Calidad. No basta con tener buenas intenciones o normas declaradas: es indispensable que haya organismos evaluadores independientes, procedimientos rigurosos, competencias técnicas verificables y reconocimiento público. La acreditación da confianza y credibilidad. La acreditación asegura que quien dice “cumplo” puede demostrarlo. En ese sentido, los sistemas nacionales de calidad y organismos como IMECCA cumplen un papel vital como guardianes de esa confiabilidad.
Durante mi vida profesional, he vivido momentos de duda o desafío técnico, pero siempre he regresado a ese principio fundamental: “hagamos todo lo que hagamos,
excelentemente bien”. Esa frase no es solo un lema; es el sustento de una cultura que busca mejorar continuamente. No creo que la inspección —es decir, revisar lo que ya está hecho— por sí sola construya calidad.
Lo que hace la inspección es separar lo bueno de lo malo, pero no garantizar desde el origen que todo sea bueno. Por eso mi convicción es que la calidad debe
crearse, no simplemente evaluarse, y eso pasa por formar personas comprometidas, empoderadas, con valores de ética y excelencia.
También quiero decirles que me siento orgulloso de formar parte de la comunidad profesional que IMECCA ha convocado. Una comunidad que reúne expertos en múltiples disciplinas, que dialogan, que comparten buenas prácticas, que se exponen al reto del cambio y del rigor técnico. Ser parte de esta comunidad me compromete aún más a aportar mi mejor versión en favor de lo bien hecho y de la mejora continua.
Permítanme aprovechar esta oportunidad para hacer un llamado especial a la innovación y a la adopción de nuevas tecnologías. Vivimos en un mundo en constante evolución donde la digitalización y las nuevas metodologías ofrecen herramientas poderosas para optimizar nuestros procesos de aseguramiento de calidad y acreditación.
Invito a todos —profesionales, instituciones y empresas— a incorporar estas innovaciones, no solo para mantenernos vigentes, sino para adelantarnos y ser protagonistas en la transformación de nuestros sectores.
Asimismo, considero que todos tenemos la responsabilidad compartida de apoyar la formación y desarrollo de las nuevas generaciones de profesionales. Es fundamental que transmitamos no solo el conocimiento técnico, sino también la pasión y el compromiso por el cumplimiento de normas y la mejora continua. Ellos serán quienes, con su talento y dedicación, aseguren la sostenibilidad y el crecimiento de la cultura de calidad en el futuro.
Cierro este mensaje con el corazón lleno de gratitud y con la firme convicción de que la calidad solo será una realidad permanente si
unimos esfuerzos entre todos los eslabones del sistema: la academia, las asociaciones, las instituciones, las autoridades, los empresarios, y desde luego, los profesionales que día a día se comprometen con lo bien hecho.
Los invito a seguir recorriendo juntos este camino de la mejora continua, con pasión, con entrega y con visión.
Porque construir un mejor país
es nuestra responsabilidad compartida y también nuestro mayor privilegio.
Muchas gracias.